domingo, 9 de mayo de 2010



Ninguna de tus muertes fue en vano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada vez que renuncio tiernamente a una ilusión deshilachada, me voy muriendo. Ninguna muerta mía es en vano, de hecho, mueren en mí, seres que no logran adaptarse a layes de este mundo.