lunes, 5 de septiembre de 2011

Escribirte
un par de lugares comunes
como "hace frío"
y "te he extrañado tanto".

En esta ciudad
las esculturas señalan al sol
y caminamos como animales
dorados por la blástula.

Entonces te recuerdo
en el remiendo de la bravura
Y revierto el tránsito
de tu lengua sobre mis labios

A veces
tus dedos me perturban
y caigo en cuenta
de mi paráfrasis y tu sal.

Podría escribirte
que anoche sentí que te amaba
más allá de todos los animales
que me han mordido
y sin embargo sigo quieta
pensando en ti,
en esta ciudad extraña
y en que tu deseo me enhebra
con sus agujas artificiales.
Nunca supe
si te gustó mucho estar arriba
o si te reflejaste por osmosis
en mi laberinto dérmico
Meciéndote para marearme
Acariciándome la náusea
La espera
El soporte de mis territorios
bajo tus pliegues.

Y así, mirándote,
me pregunté si te gustaba
o si cerrabas los ojos
simplemente para sonreír
y decirme que te encantaban
los silencios de mi lengua.

Entonces tuve
tus dientes anclados en mi metamorfosis
y pude seguirte la respiración
marcándote el ritmo
con mi mucosa y mi labia.

Memorándum

Tú juegas
con los bracitos limítrofes del sol

Yo te cierro los párpados
jurando que tu cuerpo me juzga
y continuamos mirando
esta ansia
que todavía
nos padece.

.

La comisura de tus labios
guarda sales de mi quejido
(Urdo en tu diadema
el resquicio de mi soledad)

Viniste a verme en sueños
Yo temblaba
como las hojas donde te escribo

Mis pretensiones
son cuerpecitos en celo
Recuerdos de los que no vale la pena saber
porque para vivirte,
puse animales consagrados en mis bolsillos
y fueron mirándose entre sí
con el cabello furioso de adorarse.