lunes, 25 de agosto de 2008

Poco amparo

-Diminutivo entrampado en la rama-

Una mañana oí esto

no
nunca
nada
una cuota inexacta
pellizcando
cangrejos la uva.

.




(Shhhhhht
de pie...
En puntas de pie...)

Acurrucada a tu sueño finjo
un aprendizaje cualquiera
masticando el dulzor de las cerezas.

Silencio acuoso

Escalar la cumbre de tu ego
batir a fuego tu aneurisma
y besarte
hasta gastar mi lengua
en la aspereza
de tu fiera incredulidad.

Pedacito azucarado


martes, 19 de agosto de 2008

Filamento menguado

Mi jinete sobre la luna tiene un espacio en mitad de la boca, y cuando habla, un silencio abrumador se confunde con el mundo, como si su confianza cabalgara serenamente sobre el césped que nos cubre el pubis.
Nuestras convesaciones forman figuras concéntricas en torno a la huidiza costumbre de asociar los actos a acontecimientos cuyo recuerdo aún no nos sucede.
Mi jinete sobre la luna difícilmente comprende los teoremas algebraicos, aunque se arriesga a pasar inadvertido entre el tumulto. Mi onomatopeya lo busca, transfigurando la abulia de sus manos quemadas y él cede. Abandona el manto plateado que le chorrea encima sus filamentos para abrazarme, húmedo todavía de esa palabra que sólo él conoce, pero que mencionamos ambos para untarnos de regocijo.
Mi jinete sobre la luna defiende el paréntesis como invención de los vertebrados. En cada taxonomía, subraya una porción del cuerpo, pues nuestros telares están bordados por grafemas sensibles al tacto.
Mi jinete sobre la luna tiene una nuez en mitad de la garganta; barquito que naufraga al oeste de mis aguas. Su proa serpentea para festejarnos con lágrimas de alcanfor que nos cubren de sosiego en la esperanza de volvernos útiles a este silabario que su madre nos otorga, dadivosa en plata y caminatas nocturnas.
Mi jinete sobre la luna dice que mis manos sellan un tatuaje a lo largo de su espalda, y que toda la anchura queda a merced de mis tendones, tan diestros en la lubricación de su tejido, que la musculatura del fuego nos alcanza.
La primera vez que nos vimos permanecimos silentes lo que el cuerpo nos alcanzara; hasta que estuvimos preparados para cabalgarnos en la melodiosa ternura de sus manchas.
Mi jinete sobre la luna bracea entre las palabras como un trapecista de gasa que envuelve los sufijos a la hora del escampe.
Fiel a su marea de caballo encabritado, respira hacia los espejos, y cuando el sol vuelve para reflejar el quehacer de su nodriza, él regresa como nunca, adormecido por una hilacha de maleza.

lunes, 18 de agosto de 2008

Génesis

Primero nos tentaron con la fruta.

Después de comerla, disolvimos su pulpa
y nos retiramos pausadamente
a esperar el sacrificio.

jueves, 14 de agosto de 2008

Sol naciente


(Mitología de fruta madura)

Frágil

Libro / Antología.
25 cajitas decoradas por autor.
Cada una contiene objetos en su interior, de acuerdo al nombre escrito en la solapa.

$3.000 c/u + gastos de envío.
Dentro de Santiago, se entregan personalmente.
Encargos al mail: presenciasublime@hotmail.com


* Cajita para que me muerdas las ganas

* Cajita para asegurarnos la subsistencia (No disponible)

* Cajita para que llegues a mi casa y entres sin golpear

* Cajita para después de tirarnos el pelo

* Cajita para derretir el sol

* Cajita para colorearnos la infancia

* Cajita para recordar cuando conocimos el mar

* Cajita para volverte príncipe (No disponible)

* Cajita del monosílabo ególatra

* Cajita para después de la lluvia (No disponible)

*Cajita para sobrevivir al invierno

* Cajita para morirnos de sed (No disponible)

* Cajita para trascender las fronteras y su significación

* Cajita para apagar la luz (No disponible)

* Cajita para después del fuego - Cajita Gay

* Cajita para compartir un secreto (No disponible)

* Cajita para no morir ahogados

* Cajita para hipocondríacos

* Cajita para viajar a París (No disponible)

* Cajita para peces enamorados de la luna (No disponible)

* Cajita para restaurar los exilios de la biografía

* Cajita para escribir en el aire

* Cajita para emparejar a las madres represivas

* Cajita para jugar a desvestirnos

* Cajita para que se cumplan los sueños (No disponible)

Entreabrir cerrar la comisura


Confesión (Mariela Dreyfus)

Siempre seré tu mujer.
No hay sumisión en esta entrega.

Las caderas que dócilmente se curvan
son mías y no. El roce es lento.
La lengua sedosa
busca tu red de nervios en la oscuridad.

Cada nueva estación
acepto este juego de espejos
en el que tú y yo, es decir,
una parte de tu cuerpo entra en mi cuerpo
y viceversa.

Siempre seré la que espía.
Y se divide para mejor mirarse, hasta encontrar
la oscura fisiología de las cosas,
el animal que sigiloso repta entre mis venas
y que pulsa y se agita
sobre la tibia esfera de tu vientre
encaramado y fijo
sobre la tibia carne de mis pechos.
La que indaga y persigue, ésa soy.
La que atrapa y domina hasta la náusea.

Y luego se tiende
y repite obsesiva el gesto de la ofrenda:
las fisuras ardientes / el furor en los ojos
los fluidos y goznes que a ti me atan.

Anamnesis



Nota al pie:

Nuestros rastros infieles;

nuestra justificación.

Sello de agua

Entonces
sigamos el ritmo
Y que la naturaleza nos marque
de manera incidiosa
un punto en mitad de la frente.

Síntesis de la palabra

Cuando la voz se impone como excusa
no hay roce
que la vivifique.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Pepe siempre fue más grande que yo


Bitácora

En el traqueteo
se me amarilla la tarde
antojándose también rojiza
como un anverso
coronado por tu recuerdo.

Festejemos esta canonización
de los espacios indómitos.

Urjamos la estancia de la naturaleza
en un pacífico gesto
que nos desvuelva en este esbozo
nuestro fugaz asombro.

lunes, 11 de agosto de 2008

Tríada

Gesto dorado:

Graznido o ruptura;


(Lamparitas de nieve)


Historia de amor

Mis pacientes me confían sus penas de amor y se las arreglan para sufrir otras. Mientras, aquellos dos se lamen sus heridas como animales del bosque y emprenden el camino serenamente. El tiempo del amor se hunde en nuestros gestos hasta que los cinco sentidos nos sumergen en el dolor o en el encantamiento. Se dice que el amor dura cuando los aventureros consiguen que sus heridas se cierren, cuando la piel se recompone, cuando uno y otro empiezan de nuevo a contemplarse como Narciso en el agua. Esto exige mucha paciencia; un gran culto al tiempo. En el amor hay que cuidar el tiempo.
(Julia Kristeva)

Diego Ramírez y "Bryan, el nombre de mi país en llamas":

Este libro fue un gesto de amor absoluto...

http://www.letras.s5.com/dr060808.html

Con Diego nunca se sabe. Sus panoramas van desde beber jugo de frambuesa, caminar hacia la Plaza Brasil o comentar "La Grieta", de Doris Lessing, en un restaurant chino del barrio Bellas Artes.
Cuando éramos compañeros de universidad, invertimos muchas, muchísimas horas en hablar por teléfono. Diría que fue -y sigue siendo- un maestro.
En ese tiempo, fue contándome silenciosamente que escribía.
La literatura era un hecho consumado en el borde de su marginalidad académica.
Odiábamos a nuestros compañeros de curso, a la mayoría de los profesores y a aquellos amores del metro que nos esperaban para llegar hasta Santa Ana, congelados por ese silencio que a nosotros ya no nos dolía.
Nos acostumbramos a ejercer una complicidad implícita.
(Decir todo sin decir nada...)
Una vez, frente a la Academia de Humanismo Cristiano, le entregué un legajo de textos que actualmente me avergüenzan; adolescentes todos, vírgenes y atestados de lugares comunes.
A pesar de eso, y después de recortar e hilvanar nuestras biografías con algo más que hebras rojas, y muchísimos años después de curiosos incidentes y lejanías injustificadas, me invitó a participar en su primer taller de literatura; una verdadera odisea. "No sé, Carolina... Juntémonos a leer, a escribir, a conocernos de nuevo y veamos qué sale"... Fue en el último piso de Tenderini 85.
Desde ahí, re/aprendimos a abrazarnos con el respeto de los compañeros de ruta.
Además de su talento, lo que más rescato es la humildad con que profesa el ejercicio literario, inculcándonos el respeto; no sólo entre los chicos que componemos el taller, sino frente a nuestros referentes y coterráneos.
Nosotros no somos estrellas de rock; escribimos porque algo nos duele. Más allá de los padecimientos físicos, somos testigos de una psicosis social que nos insta a la rebeldía escritural como reflejo de los tiempos actuales.
He tenido el honor de colaborar con Diego en algunos de sus proyectos y presentaciones. El día que concertamos esta entrevista, me sentí halagada, no sólo por su confianza, sino por la posibilidad de armar un ideario en torno a su último libro. Es como si abriésemos una nueva puerta de complicidad donde las voces aparezcan más crecidas, menos niñas.
Cuando la sustancia habla, algo en el mundo se prende en ella. Ese fuego emana desde la catarsis a la subversión de sabernos desnudos, en esta maravillosa intemperie de un ABC descrito como fusión y como marca.

Día uno


El amor es un personaje anónimo cercando las paredes del exilio; y tu miedo, y el placer inagotable de las noches desnudas.

Yo prefiero el chocolate.

Tú nombraste a Lynch y te respondí con jazz, adelantándome a la paráfrasis del cuerpo y el movimiento que antecede a la figura y el fondo.

Esta extrañeza del medio sugiere habitarnos como parodia del tiempo.

Cuando me hablas, cuando me muestras un pedazo del mundo debo darme por saldada, como si las necesidades fueran inmediatamente satisfechas en la medida en que fingimos acariciarnos bajo un neón a medio oscurecer.

Lo haremos a tu modo: La vida no es más que un tiempo vencido; antelación a la fisura de la muerte.

Dime, habla, nómbrame paisajes adecuados para estirar esta facción del rock.

Yo prefiero el chocolate, y no creo en el amor como condición para quedarnos callados.

A veces me faltan las palabras. Tú te burlas de mis faltas de ortografía y yo te respondo "asintiendo" con C o quitándole la H al hastío.

Jamás me he ocultado de nadie. ¿Qué hay de malo en esto que estamos haciendo? A ver... ¿quién soy yo? ¿Un personaje más de tus textos?

Decir es demasiado.

Nadie supo de mañana. Mañana podríamos estar muertos o bien acabársenos el mundo.

Esa cicatriz es la entrega para terceras personas cuya retribución no se condice con tu sacrificio.

Sólo quiero verte y decir...

Es tarde.

Alguien debe apagar la luz.

Besos escritos.


En tu lado del mundo, mi rebeldía.

sábado, 9 de agosto de 2008

Chocolate

Mi miedo
es parte
del absoluto
de tu consternación.

Uso correcto del pronombre



PREFIERO una NUBE

a UNA boca de LOBO

¿?


Son las 9 y debemos irnos.
(Es como bautizar un cepillo de dientes
después de amarnos demasiado...)

Noticia del día

Para armar un poema
te corto en pedazos
y escribo con tu lengua





mi


Cadáver exquisito.

Apariencia soñada

Reverberación del paso
como un tránsito legendario
hacia las otras corrientes

Hoy amanece como si no amaneciera, pues el cielo está completamente manchado, agrietado, diría. Ah, no sé con qué palabras describirte este cielo. Una manada de animales con hambre, una siniestra, inalcanzable cúpula doblada contra sí misma.
(Diamela Eltit. Los Vigilantes)

viernes, 8 de agosto de 2008

Sequía del eclipse

¡Mira!
La luna vino a beber nuestro fuego
porque nos deshacemos
en hilos de plata
que nos urden y nos cobijan
bajo el aguacero de la luz.

Escucha cómo danza
la cópula del sol
y dime si nuestra deformidad
es casualidad
o mero fracaso.

Mermelada


Gatito dulce:
Cuéntame alguno de tus sueños.
Yo simularé
dormir bajo tu almohada.

Sinfonía crayon

Para Emilia


Colorear en esta hoja borroneada
una casa
un conejo
un árbol
y un sol
como el primer ABC de la experiencia.

Hurgar en ese recoveco que nos alienta
Enmudecer con aquél balbuceo
que nos sacude la experiencia
devolviéndonos al origen.

Secreto a voces:

.


el cuerpo habla un idioma de nostalgias


.

Círculo a deshora


Este coqueteo implícito
arroja la sutileza
al mejor
de los almíbares.

Premonición

Soñé con un conejo
que me llamaba tiernamente:

¡Carolina!
¡Carolina!

(sus orejas
tijereteadas
en pedazos)

El corazón del mundo


(de muñecas y naturalezas muertas)

10

Quizás en la borra
duerme un silencio
que amarilla el recuerdo
posicionándose en tu costado.

lunes, 4 de agosto de 2008

Extraordinarismo

Condición crítica -> Formas nocturnas del alunizaje


Y si la lluvia fuera de caramelo
me encantaría poder estar ahí.

Comisura

El desplazamiento atribuye voces a las nuevas formas.
(Escucha cómo nos llama el silencio, tatuado como un agujero con antifaces de entelequia)

No encender fuego



Yuxtaponer sólo las superficies; procurando liberar una mínima abertura que los desespere.

Coincidir el revés de sus pausas; simulacro anestesiado de una cadena que nos liga.

No encender fuego.

Batir el talento innato de su marcha. Acomodarse el altruísmo en la desdicha. Difundir secretamente la actualidad de su nostalgia.

.

(Me debes un sinónimo de nácar)