miércoles, 21 de octubre de 2009
martes, 20 de octubre de 2009
sábado, 17 de octubre de 2009
Introducción
Eso que me dijeron alguna vez:
Sábado de una alumna dispersa
miércoles, 14 de octubre de 2009
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Que duermo entre las frazadas porque las sábanas me dan frío
Moda y Pueblo
martes, 13 de octubre de 2009
La boca de los músicos
Los músicos portan en su morfología un rictus facial inherente que asume el vértigo de la improvisación al momento de ejecutar(se) sobre el escenario. Esa cosquilla hecha lumbre escapa al dominio consciente. La cantidad de movimientos involuntarios surge por una destreza focalizada más allá de sus ángulos de alcance. El fenómeno es experimentado por un público más o menos presente desde el fervor de la representación. Lo más maravilloso de todo es que la contracción bucal trasciende los espacios de lejanía, invitando a ser parte de su deslinde. Hoy por hoy existen labios asiduos al verbo, a la esquina borrada de los deseos, al rechazo que supone la abulia, el momento de ocio, la inmediatez de la lengua (¿estática o no?) bajo el paladar. Sea como fuere, los músicos portan en su morfología un rictus facial inherente, cosido y trazado con agujas de sangre y de sal.
sábado, 10 de octubre de 2009
El cuerpo es un animal extinto
- Tu manera de ser, el carácter de una persona, es mi debilidad, igual que la creatividad. Eso para mí está por sobre los cánones de belleza. No necesito adaptarme si lo que amo es la selva, la sangre.
viernes, 9 de octubre de 2009
jueves, 8 de octubre de 2009
(La biografía es un tejido de nombres)
Ximena
Varánido
Entonces vimos
*Este animal es un reptil cazador al acecho (carnívoro oportunista) y carroñero que, para matar, no tiene que atrapar a su presa, sino que basta con que la muerda una vez, ya que su saliva tiene enzimas anticoagulantes y hasta 82 tipos diferentes de bacterias que provocan una paralización y una septicemia en su presa, que muere a las pocas horas. Entonces, el dragón de Komodo sólo tiene que seguir el rastro de su presa, y comérsela. Para mayor eficacia de su mordedura, por evolución, los varanos de Komodo han desarrollado una dentadura compuesta por largos dientes curvos que poseen su borde cóncavo posterior ligeramente aserrado, esto y la gran fuerza que cada unos de estos dientes puede ejercer (provocando heridas casi "quirúrgicas" ya que la mordedura total de la mandíbula de un varano de Komodo es relativamente modesta, mientras que la presión de cada uno de sus dientes es muy fuerte) facilita la profunda penetración del mordisco atravesando la piel y gran parte de la musculatura de la presa con lo que contamina rápidamente la sangre de la víctima así como la debilita por la hemorragia.
Luego de haber acechado y mordido a su víctima, que por lo general suele tener un tiempo suficiente como para huir gravemente herida hasta cierta distancia, los varanos de Komodo siguen su rastro aprovechando su lengua bífida que -como en el caso de los ofidios- les permite un sentido del olfato direccional (comparable al de una visión estereoscópica); luego al encontrar a la víctima agonizante la devoran. Cuando sus víctimas son grandes éstas son devoradas por varios dragones de Komodo al mismo tiempo; estos reptiles pueden ingerir el cuero, los huesos y hasta las pezuñas de sus presas.
Los dragones de Komodo pueden alcanzar una velocidad equiparable a la del trote humano (unos 20 km/h) pese a sus patas cortas y cuerpo bastante pesado y macizo, para llegar a "trotar" poseen una excelente capacidad aeróbica ya que el corazón de estos animales en tales circunstancias puede dividirse en solo dos ventrículos (como si fuera el corazón de un ave) lo que le da más eficacia aeróbica, tal eficacia se refuerza al poseer estos animales un dispositivo óseo en su alargado cuello que les permite expandir el ancho de su traquea y así poder inhalar y exhalar con gran eficiencia el aire que respiran.
Generalmente se movilizan en grupos de 2 a 10 dragones. Este varano es el mayor superpredador de su hábitat por lo cual (excepto el humano) su mayor rival sería otro dragón de Komodo.
Las luchas entre machos puede ser una mera demostración de fuerza, o un combate en serio. Los dos adversarios se levantan sobre sus patas traseras, normalmente aguantándose sobre el otro contrincante, y se arañan, se dan coletazos o se muerden.
Los dragones de Komodo no muestran demasiada actividad durante las horas de máximo calor del día, convirtiéndose en auténticos cazadores en las horas crepusculares e incluso a primeras horas de la noche. Se han registrado carreras de corta distancia para atacar a algunas presas que han superado los 20 kilómetros por hora, aunque siempre en pequeñas distancias, utilizando de modo más efectivo el ataque por sorpresa, normalmente junto a fuentes de agua. Los adultos en su hábitat natural se alimentan con cabras, cerdos, jabalíes, ciervos, perros y búfalos, aunque han llegado a matar y a comerse a las personas, en especial a los niños.20 Los jóvenes se satisfacen con ratas, pájaros, pequeños lagartos e insectos.
Dentro del agua, estos reptiles muestran unas excelentes cualidades natatorias, llegando a desplazarse entre islas con extraordinaria facilidad.
Recientemente, científicos de la Universidad de Melbourne han encontrado un complejo sistema de glándulas productoras de veneno en el cráneo de los dragones de Komodo. El veneno de esta especie provoca una severa pérdida de sangre causada por un agente anticoagulante que posee y provoca un 'shock' en la presa que termina por matarla. Se trata de un compuesto muy similar al de muchas serpientes.
*Fuente: Wikipedia (que se disculpa por la mala redacción)
miércoles, 7 de octubre de 2009
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El deseo engendra el deseo. Su memoria como una enredadera adhiere los canales donde la sangre hirviera. Después palpita el pulso acelerado ensanchado el circuito del púrpura fluido que nos une: te alimentas porque yo te alimento de mi aire respiras y si duermes la onírica visión que te atormenta la asimilas de mí en mi cinema.
lunes, 5 de octubre de 2009
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La mujer no es sencillamente lo "otro", en el sentido de algo situado más allá del horizonte masculino, sino lo "otro" íntimamente relacionado con el hombre como imagen de lo que él no es y, por lo tanto, un recordatorio constante de lo que sí es. El hombre, consiguientemente, necesita de este "otro". Aun cuando lo desprecie, está obligado a dar una identidad positiva a lo que considera como no-cosa. Además de que su ser depende parasitariamente de la mujer y del acto que la excluye y la subordina. Una razón por la cual dicha exclusión es necesaria es que la mujer, después de todo, no puede ser tan totalmente "otro". Quizá sea signo de algo que se halla en el hombre mismo y que el hombre necesita reprimir, expulsar más allá de su ser, relegar a una región tranquilizadoramente desplazada más allá de sus propios límites definitorios. Quizás lo que esté fuera también en alguna forma se encuentre dentro, quizá lo extraño sea también íntimo, de manera que el hombre necesita vigilar la frontera precisa entre uno y otro terreno con el cuidado que acostumbra porque siempre puede ser violada, porque siempre ha sido violada y porque es mucho menos precisa de lo que parece.
Valdivia
Algo hay en esta ciudad
sábado, 3 de octubre de 2009
(No hay nada plenamente presente en los signos)
Caminar por el cuerpo
Caudal
No sé qué soñé
(Lo que para algunos parece obvio, para otros no lo es)
No hay concepto que no se encuentre enredado en un juego sin término fijo en torno a la significación, horadado por fragmentos y marcas de otras ideas. De este juego o movimiento de los significantes salen ciertos significados a los que las ideologías sociales elevan a una situación privilegiada, o que se convierten en centros en torno de los cuales otros significados están obligados a girar.