lunes, 27 de abril de 2009

Arcada:




(La noche como geografía inacabada)


Fotografías: Felipe Smides
www.flickr.com/photos/felipesmides
Concepción, Chile, abril 2009.

Entre la somatización vital y la fragilidad del concepto


La palpitación de los conceptos y su depósito en la geografía comunicativa de los cuerpos; territorios políticos de conflicto, dominación y roce.

Engranar requiere no sólo una convención mutua, sino también una empería desarrollada a partir de hechos conectados con el funcionamiento del cordis.

Recordar justamente hilvanando en la memoria grafemas y sucesos que subyugan la particularidad a un modo vibratorio, una complicidad rehecha a partir del diálogo, pero también de un silencio a ratos engañoso y equívoco. Ahí radica la clave de su (hermoso) salvajismo.

La excusa para el fracaso estará entonces amoldada en los patrones subjetivos con que cada uno percibe la realidad, o la fragmentación que de ella realiza; pues aún con mucho esfuerzo no lograríamos aunar lo que cada concepto remite en la psiquis en tanto pluralismo diurno y onírico.

El advenimiento de la comunicación digital frente a la ruptura del modo comunicativo ordinario, nos plantea una nueva personalidad aparejada al analfabetismo, la dependencia y castración del encuentro físico que hasta ahora considerábamos “normal”.

La desterritorialización, la aparente superación de las fronteras físicas y la especulación respecto a esta red imponen una nueva limitante orientada a las formas de concebir un lugar donde cifrar nuestras esperanzas.

Si en un comienzo, la manifestación semántica tuvo su apogeo sobre muros de piedra, su mutación dio origen a la necesidad de una oralidad transmitida de generación en generación; estableciendo los límites de lo masculino y lo femenino como un espacio de diferencia entre lo público y lo privado.

Hoy en día, bajo el yugo de un sistema económico, el legado parece nacer de la descomposición del cuerpo en tanto máquina, instrumento de ensamble, pieza comunicante cuyo feedback se establece respecto al funcionamiento de las ideologías hegemónicas. Bajo estos parámetros, y citando a Foucault, cualquier enfermedad o negación será interpretada como un elemento patógeno que no sólo coarta el normal desplazamiento de la información, sino que aliena a sus manifestantes, negándoles el papel “enriquecedor” dentro del proceso productivo. Aquéllo, junto al mestizaje avalado por la simultaneidad de imágenes/rechazos/pactos/estrofas, nos encaminará hacia una conciencia del futuro en tanto respuesta a un presente fallido.

Las aspiraciones del pasado se yerguen como superación de toda traba posterior. En este punto, los conceptos “fracaso”, “atraso”, “lentitud” son mermados por la rapidez con que los hombres/máquinas sucumben a los requerimientos del progreso. Todo es instantáneo, todo genera un movimiento centrífugo que atrapa, cautiva, genera ecos y repercusiones a nivel macro del comportamiento global.

El secreto de las formas queda supeditado a un análisis superficial. La afirmación del ser en tanto intemperie y silencio representará una nueva mirada tendiente a humanizar los procesos histórico/demográficos. Mientras no seamos capaces de ejercer la libertad en tanto definición personal, difícilmente dirigiremos la mirada más allá de un respaldo social paternalista y represivo.

La mediatización de estos conceptos legitimados por los poderes de facto ha suplido la carencia de una denominación propia en tanto humanos temerosos de rechazo. Existe una vulnerabilidad de la atmósfera que los cuerpos niegan, incrementando sus niveles de productividad y exigencia.

Por iluso que parezca, el tema de la generosidad atrae cofradías dispuestas a erigirse dentro de soportes artísticos que contribuyan a la valoración del pasado y el mantenimiento de una tradición cuyos referentes todavía portan la voz de otra colectividad. Lo creativo faculta entonces al estremecimiento de un pulmón contrario a las fabricaciones en serie. Esta latencia y el silencio de un cuerpo bifurcado han sido el arma con que la disidencia nos cautiva, contándonos al oído que todo lienzo, que toda página en blanco se alza como una nueva posibilidad.

El imperialismo, el deseo por blanquearnos, la ausencia del padre, la negación de la madre y la amnesia respecto a un origen que avergüenza, se manifiestan como características aprovechadas por el poder para instaurar sus medios de persuasión. En ese sentido, los Mass Media disparan sus dardos instalando nociones sobre exitismo, “cultura” y belleza que difícilmente lograrán reconciliar los polos. Es la masa adormecida que obedece conforme los mandatos del establishment.

Dando cabida al gesto, a la manifestación poética cotidiana y al reencuentro con la infancia después de todos sus exilios, estaremos en condiciones de afirmar y negar todo cuando hemos plasmado en un sitial absoluto. La musicalidad de los procesos vitales está regida por la posibilidad de un encuentro múltiple, en donde la comunicación lineal cede paso a una interacción donde los miembros no sólo se nutren a sí mismos, sino que indagan en las cicatrices, las fronteras, las humedades del otro, como si lo descubrieran por primera y última vez.


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www.ysinembargo.com/uebi/2008/11/25/entre-la-somatizacion-vital-y-la-fragilidad-del-concepto-carolina-vega-ramirez-yse-18


* Texto publicado en Y sin embargo Magazine #18.
Agradezco especialmente a Fernando Prats por haberme invitado a formar parte de ese número.

8 AM


Después de morirnos de frío
cruzamos nuestros cuerpos
como heráldicas
templadas.

III

el centro
de un poema
es otro poema
el centro del centro
es la ausencia


en el centro de la ausencia
mi sombra es el centro
del centro del poema.


(Alejandra Pizarnik)

Envoltorio de un futuro texto

- Eslovenia
- Dragón ciego
- Olm
- El pez humano
- Balbasor

(Hay un arroyo que cuando se lo toca con un pedacito de madera, lanza dragones bebés)

Itinerario






Dime un secreto bajito;
sentado en la orilla
de un gato.

Aura













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Saber que la tierra
es sólo una excusa
con que tiernamente
sellamos tus párpados.

Fabulario:


Alegrías dispensadas gota a gota

Vate:

Poeta, especialmente el ya consagrado o ilustre.
Adivino, profeta, augur.


(Una escala
al cuerpo de toda palabra
jadeante
rimada
y bestial)

Cuando vuelvo de caminar por el mundo, te encuentro tendido en el pasto. Tu cuerpo es suave y meto la cara en las nubes al tocarte la espalda. Lloro entonces porque siento el amor pleno, así, sin sombrero. Un amor lleno de nidos. Me conviertes en diosa bella. Me reúno con todos en ti y en todos me encuentro. Tú, pequeño lucero, me abres el cielo en la tierra. ¿Cómo no dar las gracias todos los días?


Malucha Pinto. Cartas para Tomás.

Confiar en el destello de las hadas


Pi

La Teoría del Caos
tomó cuerpo
como apología
del movimiento
de tu pelo.

Flema

Las formas redondas que sugieren;
las angulosas asustan un poco.

Es un juego, ¿no?

Un coqueteo
Un vocabulario
Un deseo.

Desparpajo



Todos los perros del mundo
piden cariño
de la misma forma.



Sustancias informes

Yo los sentía dudar
como si de pronto
nos fisuraran los párpados.

Venían de noche
Caminaban de día

A veces nos mordían los pies
marcándonos los tobillos
con sus eslabones.

Las calles chorreaban
Las calles se convertían
en interminables fosas de sal.

Nos lamían las piernas

Nosotros los mirábamos como si algo,
pero nunca.

Difícilmente sucedía algo allí
o tal vez pasaba,
pero ya estábamos acostumbrados.

Era como si la fiebre
se hubiese apoderado de nuestras falanges
y ahora el circuito les pertenecía.

A nosotros nos bastaba
la lucidez de su pupila.

Nosotros los queríamos
entrando por los agujeros.

Un agujero es un ojo
Un agujero es aquella abertura
con que la vida nos infla la carótida
Un agujero es un puente de nacimiento
que lo masculino vulnera
y el feto rasga.

Ellos sabían.
Ellos podían olernos
a kilómetros de distancia.

Venían de espaldas
como si tuvieran que vivir.

Algunos nos marcaban
pedazos de N
y el resto chupaba el exceso de sangre.

Nadie decía que No
Llevábamos su N tatuada en el ombligo
Una N era moneda,
era agua,
era vagancia.

Una N era el placer
con que nos entregábamos
al puño.

Nos marcaban las encías
Nos mordían la cintura
Nos orinaban las axilas
Pero aún así
Antes de sonreír
los buscábamos entre los matorrales.

Ya avanzada la noche
aparecían bajo la cerradura.

Nosotros los señalábamos
con un gesto
y todos sabían.

Nadie huía
porque ferozmente
nos habíamos acostumbrado.

Nos gustaba imaginar
su multiplicidad cromática:
grises, negros, amarillos.

Pocos disimulaban sus manchas
quizás por morbo
quizás por hastío.

Yo diría que sentían vergüenza
y cerraban los ojos
al enfrentar la luz.

(Nosotros jamás los mirábamos de frente)

Ellas les rogaban
introducirse entre sus piernas
Ellos susurraban piedad
ofreciéndoles bandejas
con vísceras y semen.

Nosotros
permanecíamos quietos
afiebrados por el grito
de quien vislumbra la maleza.

Su marca era
una peste morada
enquistada insulsamente
en el comienzo del lagrimal.

Siempre que nos mordían la boca
nos estremecían
la catarsis del verbo
Y luego todo lo contrario:
Hablábamos como locos
Danzábamos en el frenesí
de nuestros genitales encubiertos.

El sonido nos cegaba
Todo pelo venía a alzarse
como una sustancia mareadora
en la punta de las vértebras.

Nos habían contado leyendas.
Habíamos crecido
con la facultad de predecir
y la N no era más
que un destino balsámico en la lengua.

Ellos nos decían
Ellos secreteaban en cuatro patas
y después nos olfateaban.

Quedaba para nosotros
un líquido precario.

Nos enredábamos en el instante
Bebíamos
Asentíamos con los párpados.

Nos rasguñaban los brazos
Nos tiraban el cabello.

Esperábamos ser
fecundados o rozados
por encima de la ingle.

Ellos nos labraban la piel
Se agitaban sobre nosotros
hirviendo en transpiración.

Nos repetían dialectos inadecuados
pero tan audibles
en el borde de la uña.

Y nosotros sonreíamos
como si aquél fuera el pacto
que desde siempre
quisimos oír.

Sonrojada en el vaivén de las sílabas



Caer
como tú
en la humedad
de este quisiera.


Fotografía y edición: Felipe Smides.

martes, 21 de abril de 2009

Ecuador Celeste


No sé por qué
decidí llamarte
poeta medieval.

Secreto









Si te escucho nombrarme
asoman bosquejos
(savia celeste)
para que bebas de mí
antelación o hecatombes.

lunes, 20 de abril de 2009

Tácito nocturno







Tú pones el cuerpo. Yo escribo encima.






Tu piel de labios (al menos eso acabas de decir)









Yo te digo,
-desde el punto de vista cinematográfico-
que el deseo es mucho más
que un fotograma
suspendido en el borde
de sí mismo.


Fotografías: Felipe Smides.
Santiago, abril 2009.

Llorar como antelación de los retazos

Felipe me pregunta por qué no dibujo mientras escribo; por qué las páginas se me llenan de dobleces imaginarios en vez de dejarse ser a través de formas que complementen la histeria de los sinónimos. Cuando me conecto con un texto, él traza líneas y pezones violetas y yo lo miro tan sobrecogida por su pelo y nuestra música, que quisiera meterme dentro suyo y nacerlo desde mis aberturas. // Amo saber que tiene un gato, y que cuando lo acaricia, el felino ronronea y se curva entre sus manos. // A Felipe todavía no le cuento de mi madre. Quizás aún no sea tiempo de ponernos suficientemente tristes. Él y yo a veces lloramos por el mundo. El mundo nos queda grande y por eso nos abrazamos y sonreímos y nos decimos "carita de monstruo", comiendo pastelitos con manjar. // Odio pensar en cosas penosas cuando estamos juntos. Entonces, escondo peces entre su pelo y él me confiesa sus aventuras alegres, también llorando. Me dice que sin embargo los perros están bien y que el otoño lo marea positivamente. Antes de conocerlo, le conté que me daba tristeza todo, y contestó sonriendo "ahora seremos dos", navegando en lagrimitas de sal dentro de una cáscara partida por la mitad. // Es todo tan hermosamente triste, que preferimos besarnos y mordernos mutuamente los labios; y yo de pronto le digo que no dibujo mientras escribo, porque los duendes me esconden los lápices. // Entonces, mi cuerpo se diluye por la virginidad, por los atardeceres, por la rapidez de la traslación. Yo no sé si Felipe sabe cuánto echo de menos ciertas cosas; y que de noche sueño con ellas y con él; y no sé qué es peor: si recordarlos o su ausencia. // La noche tiene la culpa. La noche y la amenaza de caernos debajo del mar; dibujados por el contagio, por la patria, por las marcas de la ropa encimita de la piel y un tatuaje como flecha en el corazón. Porque el amor también me pone triste, y la circularidad que siempre señala un fin. // Lloro profundamente al darme cuenta de que no estoy inspirada y eso me tienta a escribir, mientras Felipe me dibuja elefantes violetas al borde de la hoja. // Yo sonrío y pienso que no debo contarle de mi madre aún, porque todavía estamos pequeños para sobrevivir a ciertas cosas.

martes, 14 de abril de 2009

...













(Esconder en tu pelo
mi huella digital)

Destello dorado

.


El ojo sumerge su espina.

No hay modo
de impedir
la savia.

Él a ella






(Hacerla parir
un bosquejo de sexo
que aprieta sus muros
de timidez celeste)

Otoño es cuando







Tu gato me rasga las medias

La luna cae en un pedazo de pan

Abrimos la noche

Comemos helados
de invierno.

Murmura











El otoño devuelve
su violeta
al cardo.

lunes, 13 de abril de 2009

Tardes de cine

- ¿Vas a contestar o no?
- ¿Sabe por qué quiero hacer teatro?
- Realmente tengo muchísimo interés por saber por qué has venido aquí.
- Se lo voy a decir... Quiero hacer teatro porque creo que sirve para comunicarse entre los seres humanos. Porque creo que puede ser un camino hacia el entendimiento y hacia la comprensión. Por eso.
- Así que quieres cambiar el mundo.
- Pues sí. Me encantaría cambiar este puto mundo y creo que todavía se puede cambiar.


Octubre

Tú me dices.



Yo simplemente
me dejo oír.

Primacía




Tu lengua acoge
sedimentos
de un ánfora nevada.

Domingo de Pascua











Sacar del vientre
los residuos
de tu rotación.

domingo, 12 de abril de 2009

Papel Mantequilla




Decir que sin embargo

Lemur

Navegar en mi
represa
bajo el pubis




(Pero no se lo digas a nadie)

Otto y Ana

Tú me dibujas
las coordenadas
del Círculo Polar
con acrílico violeta
sobre la mano izquierda.

(Yo te muerdo suavemente la boca)

Después de trazar
aquella cartografía
no tenemos absolutamente
nada que decir.

sábado, 11 de abril de 2009

Bicho de Ciudad (Los Piojos)

¿Qué voy a hacer con tanto cielo para mí?
Voy a volar, yo soy un bicho de ciudad.
¿Qué voy a hacer, cuál es el camino a seguir?
Voy a soñar con ese beso al regresar.

Cierro los ojos, no imagino algo mejor
respiro hondo y tomo el vino...

Y no te asustes si me río como un loco
es necesario que a veces sea así
será la vida que siempre nos pega un poco
nos encandila con lo que está por venir.

¿Qué voy a hacer con tanto cielo para mí?
voy a volar, yo soy un bicho de ciudad.
Bajo un árbol me refugio del calor
... en el silencio, escucho el río.

Y no te asustes si me río como un loco
es necesario que mañana sea así
será la vida que siempre nos pega un poco
nos encandila con lo que está por venir.

Tengo algo mal pensado,
little baby en el colchón
lloviznando de repente, donde está mi amor.
Llegué de lejos yo te quiero en lo que se de
alguien que te está buscando
sed hay en sus manos.

Es perfecto el aire,
la cumbre bajo el sol
de lo que quede de mí,
te llevo un poco.

Precursores del deseo

Try Try Try


Decirle con carita de boba

que usted me hace

completamente feliz

y que ya no me cabe

tanto corazón

en el cuerpo.

Gramática secreta

Yo susurraba en tu oído:

Organizarse con c
Proyección con doble l
Canción con acento en la i

(Tú sonreías)





Aquella vez tildé
con violeta
el comienzo
de nuestra ternura.

Sobre la poesía Teillieriana y sus antepasados surealistas



(1)Quizás sea la infancia lo que está más cerca de la verdadera vida. ¿Su nexo indiscutible? La mujer como puente entre una realidad y otra; cruzando a nado el Río de las Lágrimas.
Esposa, hermana, madre o amante; matríztica rosada en pos de lo maravilloso.
Soñar. Acceder a la belleza y al misterio inconsciente que impide enfrascarla en sus múltiples aleteos. Esquiva y devuelve una imagen de lo onírico: el soñador amniótico.
No molestar. EL POETA TRABAJA.
Como ella, (2)la literatura es uno de los más tristes caminos que conducen a todo.
Inabarcable. (3)Es el püllu el que sale a soñar.
Condena azarosa de ser. Intuir la extrañeza de lo irracional.
Bella Durmiente Siglo XX.
(4)Mi sueño fue muy extraño. Soñé que estaba en un laberinto, en una ciudad en ruinas. No podía salir... Había una niña vestida de blanco, de pelo largo. "Si bailas conmigo, las murallas caerán". Yo le dije que no sabía bailar. "No importa. Dame la mano". Y las murallas comenzaron a caer.



____________________________________________________________
(1) André Bretón. "Primer Manifiesto del Surrealismo (1924)". Barcelona, España. Editorial Labor, 1985. Pág. 60.
(2) Op. cit. Pág. 49.
(3) Sonia Montecinos. "Sueño con Menguante. Biografía de una Machi". Santiago, Chile. Editorial Sudamericana, 1999. Pág. 77. (Püllu: Espíritu).
(4) Daniel Fuenzalida. "Jorge Teillier. Entrevistas (1962 - 1996)". Santiago, Chile. Quid Ediciones. Diciembre, 2001. Pág. 168.

Octavio

También era un gnomo
que trajo el océano
en una cajita
de fósforos.

No hay nostalgia



Que me succiones los pechos

para derramar a borbotones







el cariño.

Dejarme sorber



Y que me digas
que mi lengua
te fascina.

Expropia(r)










Sólo extrañando
se apodera
de lo que ama.

10 / 4/ 2009

Esa noche
nos descubrimos los vértices
acariciando puntos
de explosiones simultáneas.

(Encimita del cielo)

viernes, 10 de abril de 2009

Vicio

Y yo me acordé de ti
como si no hubiera
diablos ni memorias
ni sitios para recostarse sutilmente
culpando a una palabra
mordida por azar.

Remordimiento absoluto











Animal contagio.

Estar ahí

Si ando por aquí
esto se abre solo

Te sigo además,
de múltiples maneras

(¿Nos seguimos?)

Y que me digas que sí

Enredar mis mariposas húmedas
en los contornos de tu pelo.

(Y contarte las cosas que un día callé)

Noema

Tanto gustarme
la voz interna
de un paréntesis.

(Tres Marías)

Carolinas invertidas
como azulejos
entre las estrellas.

Pacífica

Sólo hay
un hombre
una mujer
y un océano
de sangre salada.

El niño del Tambor

Si es violeta, puede entrar.

Afuera llueve.
(Yo no quiero sus bracitos con óxido)

Cantata

Por aquí pasó una fábula
coloreada de pronto
por una lágrima
y un bostezo.

Algo difícil






Algo difícil puedo hacer:
alcanzar el sueño más grande

Voy a correr siguiendo tu sombra
de aeroplano
hasta llegar a comandarlo

Mientras todos están en la escuela

La luna nos refleja
Abro los brazos y te veo
Hasta llegar a lo más alto

De aeroplano...

(Suárez)

Fotografías: Felipe Smides. Santiago, Chile. 2009.

La Frontera

Entonces le muestro
lo divino y lo pedestre
y nos largamos a caminar
con ojos ciegos
por ese borde
que nos marea.

Carta a Mariana (Jorge Teillier)


¿Qué película te gustaría ver?

¿Qué canción te gustaría oír?
Esta noche no tengo a nadie
A quien hacerle estas preguntas

Me escribes desde una ciudad que odias
A las nueve y media de la noche.
Cierto, yo estaba bebiendo,
Mientras tú oías Bach y pensabas volar.

No creí que iba a recordarte
Ni creí que te acordarías de mí.
¿Por qué me enviaste esa carta?
Ya no podré ir solo al cine.

Es cierto que haremos el amor
Y lo haremos como me gusta a mí:
Todo un día de persianas cerradas
Hasta que tu cuerpo reemplace al sol.

Acuérdate que mi signo es Cáncer,
Pequeña Acuario, sauce llorón
Leeremos libros de astrología
Para inventar nuevas supersticiones.

Me escribes que tendremos una casa
Aunque yo he perdido tantas casas
Aunque tú piensas tanto en volar
Y yo con los amigos tomo demasiado.

Pero tú no vuelves de la ciudad que odias
Y estás con quién sabe qué malas compañías
Mientras aquí hay tan pocas personas
A quienes hacerles estas simples preguntas:

“¿Qué canción te gustaría oír?
¿Qué película te gustaría ver?
¿Y con quién te gustaría que soñáramos
Después de las nueve y media de la noche?"

Entonces, continuaba muda





Porque era la primera vez que conocía a alguien
capaz de conciliar
el deseo con la ternura.

miércoles, 8 de abril de 2009

(Vestida de otoño para masticar la primavera)

(Arácnida)


Nada hace pensar que teje. Esconde los hilos debajo del brazo. Va moviendo levemente las manos como si sus yemas alcanzaran jeroglíficos de Magnolia. Si no sonriera, si no ejecutara un rictus facial característico, nadie advertiría que al tejer escribe y al escribir se enamora de los acentos de sus personajes. En cada paráfrasis, en cada movimiento imperceptible de su ficción añora urdir el fuego con que la noche renace de un puñado de cenizas y escribir. Tejer como característica insaciable del hilo. Hilo dorado; palabra escrita. Recorrido guirnalda pelusa. Hilo/cuerpo enhebrado en mitad de la página. Un diálogo y un crujir de palillos; las madejas cediendo en un propio flirteo bajo el brazo. Pelos hebras; cuerpo lúdico, característica simbólica de algún revés. Ella teje. Ella dice que teje y da vuelta la hebra para coronar la sangría. Sujeto animado, el hilo. Nadie escucha que urde que escribe que tilda que palpa. Aunque ella gritara, nada hace pensar que teje, excepto por el rictus facial y ese texto pinchando el borde de sus uñas.

Bulbo raquídeo




Otoño mojado:

Secreto de Anfibia.

.

Entonces, la servilleta japonesa

Nervadura

Éste es un sueño colectivo
o el rechinar de alas
de luciérnagas.

Romanticismo

No obstante, me dice que llueve
y bajamos a mirar
alfileres de espuma.

Tengo un paraíso propio


que se inicia a un costado de tu lagrimal.

Autenticidad del relato

(Todavía es muy pronto
Para hablar de sed)

Sin vidrios

Capturar el momento
en que me hice hilo
para deshacerme
en tu boca.

Acertijo nocturno

Tus labios de piedra pómez
suavizan los recovecos
para el tacto.

martes, 7 de abril de 2009

PADRE: Ruptura e Institución del nombre

Pero justamente como padre eres demasiado fuerte para mí, en especial porque mis hermanos murieron jóvenes, las hermanas llegaron mucho tiempo después y yo tuve que soportar solo los primeros embates; era demasiado débil para eso.

(...)

De todos modos, éramos tan diferentes y esta diferencia nos hacía tan peligrosos el uno para el otro, que si alguien hubiera intentado de antemano calcular la relación que habríamos de tener, yo, un niño que se desarrolla lentamente, y tú, hombre realizado, habría supuesto que me aplastarías bajo tus pies sin que quedaran restos míos en ninguna parte.


Franz Kafka. "Carta al Padre"

Gladys González y Eugenia Prado

Gladys González y Eugenia Prado

Franz Kafka. Máscara Veneciana. Huérfanos con Barroso

Arder (en) la institucionalidad

Quemar un recoveco del nombre

Leonardo Quezada, encendiendo la dinámica del poder

"Mi padre soy yo"

Lectura poética colectiva en torno a la marca del padre


Colectivo de Arte Moda y Pueblo.
Intervención pública. Sábado 4 de abril. Carnicería Punk, Puente Huérfanos, Iglesia Santa Ana, Barroso, Moneda, Panamericana Sur, el cuerpo, el fuego, la ausencia. ("Mi padre es castigo")

Salar

(Será porque hoy día pienso en ti
y el sol mece
tu cuerpito mojado)

(Sobre la poesía teilleiriana y sus antepasados surrealistas)


El hombre se totaliza, se integra, calma, se hace fértil y feliz cuando (y sólo entonces) se completa el proceso de individuación; cuando el consciente y el inconsciente han aprendido a vivir en paz y a complementarse recíprocamente.


Descifrar el poema como un sueño.
Soñar el poema como un sueño.

Asistir a ese acto epifánico donde el poeta/médium regresa como un hijo pródigo a las tierras desoladas.

-¿Qué sueñas?
-¿Tú me los quieres quitar?

___________________________________________________
*Revisando mi tesis: "La mujer como constructo histórico-poético. Aparición de lo femenino en la vida y obra de Jorge Teillier". La primera cursiva corresponde a una cita de Carl Jung. La segunda, al fragmento de una entrevista realizada al poeta en 1976.

No,

caer no.

Sonrojarse como fruta madura.

domingo, 5 de abril de 2009

sábado, 4 de abril de 2009

Strawberry Fields


- ¿Has visto las frutillas rodeando esos avisos de Batifrut en el metro?

- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Las frutillas me vuelven loco. Tú sabes.
Por eso esta libretita va a terminar más linda de lo que es.
I) La disertación: Bien. La siento piola; es decir, precisa.

- Con mi niño queremos sacar aunque sea una. Nos vuelven locos.
La Niña frutilla tiene una flor para ti.
¿Viste los peces de papel colgando de la escalera? Un día debería enamorarme de uno.

Fragmentos de Libreta Frutilla


Niñita, no te vuelvas loca. ¿Ves? El amor es así.

Los niños del ARCIS nos quieren a veces. Yo no quiero a los niños del ARCIS. Tú sí, y mucho.
Oye, ¿tú crees que este ramo sea piola? ¿O será muy difícil? Me estoy asustando, ando muy en otra, casi no vengo nunca y tú tampoco, el amor es así.
-Especial boys
- Especial girls
(¿Por qué no vas a bailar a la Blondie con tu novio y nos vemos allá?
Piénsalo...)

Oye, vamos a la piscina, como el video de "No me importa morir",
qué heavy que ese niño siga dando vueltas por ahí...
Bueno, si no quieres no vamos. Lo decía en buena. Además, nunca tan gótica la Blondie.
Así que enamorada. Es bien loco eso. Sí, yo creo que sí.
Se nota tu corazoncito. Yo creo que quizás ni siquiera tú te das cuenta de todo lo que sientes
¿O sí?

La melodía (EOY)


El volumen del llanto, no me deja escuchar
siempre estás tan cerca que no te reconozco.

El color de tu risa, el olor de tu sal
siempre estás tan cerca que no te reconozco
y el mar...

La melodía nos está acompañando
La melodía nos está acompañando
La melodía nos está acompañando
La melodía nos está acompañando

El volumen del llanto, me está hundiendo cada día más.
La gente se muere de todas maneras
y el mar...

La melodía nos está acompañando
La melodía nos está acompañando
La melodía nos está acompañando
La melodía nos está acompañando

Sabés por qué estoy acá?
Te vine a buscar
para que vayamos juntos
al paraíso...

a.

Es que no comprendes:


















_________________________________________________________
* Tengo tanto miedo de volverme feliz ahora.

...




Entonces, si huyes junto a mí
seremos extranjeros
jugando a amarnos
como los Magos.

.






Abrigar(se) con un sol ardiendo en polen









Lado A


...

Masticar tu sueño
de diminutivo desnudo.

Imperfecta sensación en las simples líneas


Señorita Anfibia de burbujas y roces:


Estaba por irme a dormir y pensé en pasar a saludarla, me paseé por sus fotos como suelo hacer. Me agradó ver el color y las texturas de tela rodeándola; y le escribí como forma de mimito ... ^^

Aún sobrevuelo por los tejados viendo la ciudad casi dormida, los grillos comentándose historias antiquísimas, y el otoño que ya ha aparecido lleno de hojitas secas... Mi Ana no aparece aún, pero vendrá o iré al Círculo Polar, cuando el momento sea propicio....

Tengo la esperanza de que en unos días pueda contarle la forma en que se han alineado mis astros, y yo, en silencio casi angustioso sin saber qué sucede, observo y transito un camino sereno pero novedoso a la vez...

Le regalo unos cientos de besos para que la acurruquen en su almohada y la mimen un poquito (o bastante, o lo que desee ser mimada esta fresca noche ^^)

.

Mi padre y mi madre me hicieron con miedo.











Por eso miro al mundo
con ojos de serpiente.

Padre:

Mañana deberíamos
fumar marihuana.

(A veces
usted y yo
nos portamos
demasiado bien)

Sin sentido