miércoles, 7 de octubre de 2009

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El deseo engendra el deseo. Su memoria como una enredadera adhiere los canales donde la sangre hirviera. Después palpita el pulso acelerado ensanchado el circuito del púrpura fluido que nos une: te alimentas porque yo te alimento de mi aire respiras y si duermes la onírica visión que te atormenta la asimilas de mí en mi cinema.
Mariela Dreyfus. Pez.

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