lunes, 14 de marzo de 2011


Es verdad, mi mamá necesita algodón y yo se lo voy a conseguir. Yo soy capaz de cualquier cosa por ella. El derrotero salvaje abierto por los orificios de su nariz deja escurrir sangre. La sangre de mi mamá me entristece, su sangre, la misma sensación sangrienta que me asolaba en mi infancia, una niñez tan lejana y veloz como un cometa pero que aún me invade con sus infatigables y salvajes imágenes.

Diamela Eltit.

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