martes, 1 de marzo de 2011


Las espinitas de tu médula espinal
se me quedaron en la garganta
y ya no tuve excusas
para evitar un llanto
como las lágrimas de los peces.

2 comentarios:

.M dijo...

invisibles.

Complicidad del Roce dijo...

insomnes
insidiosas
iletradas

y puestas al servicio de un ahogo
placentero.