domingo, 13 de septiembre de 2009

Palabra espinal


El gato en el muro maullará siempre y cuando el hocico y el trazo sean lo suficientemente generosos, no sólo en extensión, sino también en diámetro.
No es lo mismo dibujar un felino en el borde de la escalera, que bajo la cama.
El primero sube y baja sigilosamente para apoderarse del filo de la noche, que antes de cualquier imprevisto apuñala nuestra alucinación.
El segundo se esconde de las muñecas que arman fiesta apenas los niños comienzan a dormir.
Cuando ambos gatos se encuentran, encorvan sus lomos en forma de S y C; y antes de engrifarse, comulgan con la escarcha de sus pliegues. (Han estado dormidos sobre la nieve)Distinguir al gato macho/gato hembra. Dejar que sucedan entre las variaciones de la casa.
Inventar la sordera con que la alquimia los convoca.
Todo está muerto de noche, salvo las palabras que escriben con sus vértebras.
Los felinos giran, ruedan, se amalgaman.
Esconden tildes, dibujan locomotoras.
Cada gato se multiplica en apariencia (sombra china; casualidad de hielo)
El primero recorre una mañana de fibras.
El segundo regresa a su lugar (los niños despiertan)
No es lo mismo dibujar un felino en el borde de la escalera, que bajo la cama.

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