domingo, 15 de marzo de 2009

Ayer, en el taller

Diego dijo que tendríamos una clase que superaría a la literatura. "Si se fijan, hay hechos que dejan grande la página en blanco... ¿Qué se dice, qué se hace frente a eso? Son verdaderas tragedias griegas frente a las cuales quedas helado..."

Recordamos a Hans Pozo y el alto contenido político - social que engloba su caso. Porque Hans Pozo no es sólo ese chico de clase baja cuyos restos fueron esparcidos por toda la periferia capitalina. Hans Pozo es la historia del heladero (padre/ asesino/ suicida/amante), los desaparecidos, la marginalidad, la discriminación, la ausencia y nuestros preconceptos.

A mí siempre me llamó la atención aquella noticia de la madre que se ensañó con sus hijos en venganza por la supuesta falta de amor del marido, y lo comenté sin saber que era una de las opciones a tener en cuenta para la escritura.

Después de divagar entre 5 "acontecimientos macabros" para el imaginario colectivo, finalmente elegí ésa. Y claro. Ninguna palabra, verbo, acento o adjetivación alcanzaba. Por cliché que parezca, hay momentos en que la realidad supera a la ficción. Eso, casi siempre.

¿Qué haces? ¿Cuál es el habla que el texto debe adoptar? Lo único que se me ocurrió fue decir a través del hijo mayor; el sobreviviente, aquejado de amnesia temporal y atrofias del lenguaje.

Una de las aristas más hermosas y terribles de la violencia doméstica es el amor con que la víctima enfrenta al victimario. No importa que el marido golpee a la mujer. Ella lo ama incondicionalmente y jamás va a separarse de él. En caso de producirse la ruptura, lo más seguro es que se auto responsabilice por no responder a los requerimientos de su agresor.

Después de presentar nuestros textos, conversamos sobre los libros autoriales y una acción de arte llamada "Padre" que haremos no recuerdo cuándo, en lugares que evoquen profundamente lo masculino.

Hace unos días, Diego me envió un mail donde me proponía coser "Arcada". Su idea sólo vino a reafirmar algo que venía pensando:
Un hilo rojo que transversalice el cuerpo, el habla, el texto.
Hilo rojo de lo femenino la menstruación la sangre el parto.
Hilo rojo de la urdiembre narrativa y tribal.
Hilo rojo para el mapa chilensis; urdido por voces violentas y seudo felices.
Hilo rojo en el esbozo de una identidad; retazos de crónica roja.

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