jueves, 12 de marzo de 2009

La razón de por qué quiero tanto a Diego...


Qué lindo lo que escribes. Gracias por entender; gracias por conocer tanto.

Hola !! Al fin regresas. Ya estás acá; con colores, con sonrisas. Te echaba de menos en esta sala...

Pensé que no volvería a ver esta libretita mágica. Qué bueno que estás, que ya va todo mejor, que intentas armar todo de nuevo. Sabemos que es difícil, pero tú demostraste ser una chica muy fuerte detrás de esa niñita que corre por todo el ARCIS inventando historias, mirando niñitos lindos.

Qué bueno todo esto. Qué bueno tú, qué bueno este regreso...

Tu viaje Lucybell fue muy largo, difícil, muy heavy, pero quizás era necesario. Ahora ya estás más grande. Ahora podrás hacer todo de otra forma.

Niña Kitty: Usted debe cuidarse y sonreír despacito para que su novio mágico pueda dibujarle corazones en sus manos.

Me gusta ser tu amiguito.

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*A mí la muerte me la tatuaron a ambos costados del cuerpo.
Venía de noche, venía de día
y se quedaba quieta,
pegada en mi espalda como una calcomanía carente de amor.
A veces llegué a pensar que la muerte estaba enamorada de mí,
y cuando venía a verme incluso se perfumaba...

Éstos son fragmentos de un año que borré; en una universidad que Diego y yo amábamos y odiábamos tanto. Éramos insoportables pero hermosos.
Nos reíamos de todo: Nuestros docentes, nuestros compañeros, nuestros viajes insalubres...
El día que me escribió este texto en una libreta especialmente diseñada para sostener nuestras "conversas", me sentía como mariposa en un insectario. Nadie sabía cómo mirarme. Yo sólo cruzaba los dedos para que no sintieran lástima de mí. A fin de cuentas, todos éramos sobrevivientes.

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