miércoles, 11 de marzo de 2009

Nimesulida


Estoy enferma de poesía
La poesía vuelve enfermas y hermosas a las personas.

Estoy enferma de gripe
de silencios
de cuerpos que naufragan
de voces que giran alrededor de los muertos
de femeninos y masculinos que ceden un espacio
de perros que vienen y se van

Estoy enferma de mis amigos imaginarios
de las celebraciones
de las noches
en que si no es ron
es marihuana
o sexo
o carencia de todo aquello
y eso me enferma aún más.

Pero no;
no es tan grave.

Nadie ha muerto de poesía o quizás sí:
Rimbaud
y la Pizarnik
aunque ellos se atrevieron a mirar por el agujero
y la noche prometió inseminarlos con su látigo.

Estoy enferma de palabras
de amores platónicos
de sesgos
de fotografías que aumentan mi bronquitis

Mido acaso un metro y medio
y bebo té verde
no sé si para perder peso
o para comunicarme telepáticamente con un mago
que en Alaska o Gibraltar le agrega cascaritas de naranja
a un brebaje idéntico al mío

Él pone sus labios
en el mismo sitio que yo en la taza
y levemente me apoya su lengua
creyendo que choca con la porcelana

Estoy enferma
La cabeza me va a explotar
tengo el cuerpecito de lana
como esos muñecos que se burlan del trapecio

Anoche leí un poco de la Pizarnik imaginándola por calles donde me llevaba de la mano

¿Ves que todo es una mitología inerte
condenada a sobrevivir en los muros de los cuerpos?

A veces son lomos de gatos
o lexemas acompasados en sus estrofas

Creo que iré a dormir
sin embargo me limito a toser y a buscar al conejito
que se muerde las uñas.

2 comentarios:

La paciente nº 24 dijo...

Estoy enferma de muerte, como la máscara que cubre los huesos de una calavera. Enferma de la sombra, de momento esquelética, de la locura. Enferma de anegarme en el urdimbre del poema. Enferma de blancura. Muy enferma.

Complicidad del Roce dijo...

Muy enferma y sana a la vez...

Fue bueno conocernos en la misma sala; porque la poesía es una habitación compartida de la que a veces huímos sin saber que nos persigue hasta en los sueños...

Bienvenida a este lugar mágico/terrestre, embargado por hilos invisibles.